La señora es mexicana, pero muy decente
Para Clara Isabel, por supuesto.
Quizás no sabes, Nereyda, que decidí largarme del hotel donde estaba trabajando en Las Vegas para buscarme un empleo menos duro y pasé el Niágara en bicicleta para poder encontrarlo....
DOS CUENTOS
Promontorio
Tampoco aquí los nombres tienen mayor importancia. Al introducir por tercera vez la llave en la cerradura advertí que no me había dicho el suyo, ni yo a ella el mío.
El día anterior había...
Un sueño amarillo
Uno
Efrén soñaba a veces con un cuarto amarillo. Quería contemplarlo a gusto, en el sueño. Pero la visita era siempre fugaz y, al despertar, tenía la sensación de haber visitado el interior de una...
En nombre del padre
Para Armando Tejuca
Mi nuevo trabajo me lo había buscado mi esposa.
Luego de ver el anuncio, y las fotos de lo que necesitaban, les explicó a los de la academia que en su casa tenía...
El arte de la amistad
Ignacio bosteza mientras el botín se pudre a sus pies. Sus pies calzados en zapatos de distinto par. Ambos sin agujetas. En el caso del pie derecho prácticamente también sin suela. Interrumpe el bostezo...