El legado documental de Heidegger

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Gerardo Antonio Cortés Mariño

El informe Marbach

Recientemente vio la luz una publicación* que, a juzgar por su título, promete contribuir a los debates en torno a las consecuencias éticas y teóricas de la filiación de Martin Heidegger a la ideología nacionalsocialista. Se trata del Marbach-Bericht,documento que, como el subtítulo lo indica, da cuenta del nuevo examen que realizó un grupo de especialistas al legado de manuscritos de Heidegger que resguarda en Marbach el Deutschen Literaturarchiv. Según se expone en las primeras páginas del texto, después del debate que suscitó la publicación de los Cuadernos negros en el 2014, Arnulf Heidegger, nieto del filósofo y actual administrador del legado, congregó a Peter Trawny (editor de los Cuadernos negros), a Michael Ruppert (especialista en la escritura casi criptográfica del filósofo) y a Klaus Held (cabeza del equipo y autor del reporte) para que, además de buscar mayor evidencia en torno a las posturas antisemitas del pensador, deliberaran si hay aún material en el archivo que pueda complementar los 102 tomos de obra del autor.

Los descubrimientos y sus respectivos comentarios están precedidos por tres apartados que tratan de (1) la historia, el contenido y las estipulaciones del legado, (2) su estructura y divisiones y (3) el proceso de elección del material adicional. Si bien cada apartado es breve, la información que se presenta en ellos no deja de ser útil para quien se interese por la historia del archivo y el proceso de edición de los manuscritos. Así, por ejemplo, al inicio del primer apartado se narra la curiosa negativa de Heidegger a la idea de publicar sus obras completas, postura que cambia repentinamente en 1973, tres años después de que Bernhard Zeller, director del Schiller National Museum (hoy el Deutschen Literaturarchiv), convenciera a Heidegger de legarle al museo sus manuscritos. Si esta decisión o las conversaciones que el filósofo tuvo con su alumno Walter Biemel a inicios de los años 70 fueron factores determinantes para decidir publicar su Gesamtausgabe, es algo que, por falta de evidencia, no se trata con mayor profundidad.

          Además de la descripción del contenido y división del legado (referido detalladamente en la sección titulada “Ordnung des Nachlasses”), el documento expone las estipulaciones que lo rigen; según lo estableció el autor en 1973, los manuscritos irían viendo la luz pública en la medida en la que fueran siendo editados y publicados. Aquellos documentos que por razones editoriales no encontraran un lugar en los tomos de la Gesamtausgabe se podrían consultar sólo bajo autorización del administrador del legado, licencia que, según se lee, ha sido otorgada en numerosas ocasiones (p. 12). Con los Cuadernos negros y los aún no publicados títulos Vigilae I, II, Winke I, II y Vorläufiges I- IV, prácticamente todos los manuscritos han sido editados; la tarea que aún aguarda es la clasificación de las más de 11,000 notas que también llegaron a Marbach junto con los manuscritos. De acuerdo con Held, esta labor ayudará a reconstruir el proceso creativo de algunas obras y, más aún, podría ser el primer paso para una futura edición histórico-crítica de la obra del filósofo.

En torno a la tercera cuestión que antecede al recuento de los descubrimientos, esto es, al proceso de elección del material complementario a la Gesamtausgabe, se lee que, después de normalizar criterios y de valorar el material no editado, el grupo decidió recomendar para la publicación una serie de manuscritos divididos en lo que podrían ser dos tomos titulados Gespräche y Raum –Über den Schmerz– Stimmung (p. 24). A continuación de este apartado se encuentra “Neue Sichtung des Nachlasses”, sección que reitera los objetivos de la nueva revisión del legado (“Heideggers Nachlass noch einmal auf problematische Äußerungen zum Nationalsozialismus bzw. zum Judentum hin zu sichten” p. 25) y enumera el material que el grupo analizó y el que, por ser del dominio de la vida privada o incurrir en derechos de autor de otros personajes, no se tomó en cuenta.

Más adelante, “Problematische Stellen”, el apartado que expone los descubrimientos, comienza enfatizando que la nueva revisión de los manuscritos responde a las sospechas de un posible encubrimiento de material inculpatorio con respecto a la filiación de Heidegger al nacionalsocialismo por parte de los administradores del legado. Posteriormente se menciona que, en total, el equipo de trabajo realizó 5 descubrimientos relacionados con las posturas antisemitas de Heidegger. El primero de ellos es una nota donde aparecen tres conceptos separados por guiones y rayas verticales: “Zerstörung – | Beseitigung – Ausrottung |” (p. 28). Al respecto del término problemático, en este caso Ausrottung [exterminación], el comentario menciona que cabría pensar que éste está relacionado con la exterminación de los judíos, posibilidad que se descarta frente al hecho de que en los Cuadernos negros la Ausrottung se refiere a objetos ideales como el conocimiento o el pensamiento, o, como se verá más adelante en el tercer hallazgo, a la “exterminación” de los propios alemanes (p. 28). Sobre este primer descubrimiento el reporte concluye que no hay señales de que el término se refiera al exterminio de los judíos: “Fazit: Es sind keine Anzeichen für einen Zusammenhang der drei Begriffe mit der Vernichtung der Juden zu finden” (p. 29).

El segundo descubrimiento es un texto de los que el filósofo solía usar en sus cátedras; éste se encuentra en un formato amplio (33.2 cm x 21 cm) y proviene del manuscrito de las conferencias sobre Parménides que dictó en el semestre de invierno de 1942-1943 en Friburgo. El pasaje problemático se encuentra al final, en la crítica a la postura que el filósofo designa como la interpretación biológico-botánica de la historia de la humanidad; según Heidegger, esta concepción se encuentra representada por Goethe, por el cristianismo y, particularmente, por el judaísmo. En la última línea del manuscrito se lee lo siguiente: “Jede biologische Geschichtstheorie und jede Rassenlehre ist in ihrem Prinzip jüdisches ‘Gedankengut’” (p. 30). Al respecto, el comentario resalta que, en la edición publicada del manuscrito, esto es, en el tomo 54 de las obras completas titulado Parmenides, se encuentra el mismo pasaje, sólo que, en lugar de hacer la referencia al pueblo judío como fuente de la perspectiva biológico-botánica y de la doctrina de las razas se menciona lo siguiente: “Dieser ursprünglichere Anfang kann sich nur so wie der erste Anfang in einem abendländischen geschichtlichen Volk der Dichter und Denker, d. h. bei den Deutschen ereignen.” (p. 31). Sin traer a cuenta el posible caso de autocensura o de censura editorial implícito en el cambio, el comentario se limita a mencionar que esta opinión sobre el judaísmo corresponde con una de las tesis más escandalosas de los Cuadernos negros, en concreto, con el pasaje del tomo 96 de las obras completas en donde el filósofo responsabiliza a los judíos por la invención del principio de distinción por razas: “Die Juden ‘leben’ bei ihrer betont rechnerischen Begabung am längsten schon nach dem Rasseprinzip, weshalb sie sich auch am heftigsten gegen die uneingeschränkte Anwendung zur Wehr setzen” (p. 32).

          El tercer descubrimiento consta de dos pequeñas notas; la primera, titulada “Politik”, puede provenir de un poco antes o después del fin de la Segunda Guerra Mundial. En ella, el autor se queja de que los Aliados utilicen los crímenes de los nacionalsocialistas como propaganda para lograr que los alemanes acepten su propia “exterminación” [Ausrottung] y para abrir el camino a una inminente invasión rusa: “Nichts willkommener als die Kz-Propaganda – die auf ‘Tatsachen’ fußen kann, aber großartige Möglichkeiten bietet, von allem anderen abzulenken und die Deutschen in Sündenbekenntnisse und ähnliches hineinzutreiben […] Dann gibt es ‘Deutsche’, die glauben und glauben machen wollen, die Sieger, triefend von Moral und Anständigkeit, sein nur wegen der deutschen Kz-Schandtaten gezwungen (moralisch) zu dem Vergehen der Ausrottung, das sie jetzt betrieben –

[sic]

// Das alles ist nur die Vorbereitung des Aufmarschfeldes für Rußland” (p. 33). Al igual que en el caso anterior, el comentario señala que esta postura concuerda con una idea que el autor mantendrá tiempo después de la guerra y que se puede leer en algunos pasajes del tomo 97 de la Gesamtausgabe. En la segunda nota del tercer descubrimiento, el filósofo se vuelve a quejar de los alemanes, esto es, de aquellos que siguen a los Aliados, y de la atención que se le da a autores como José Ortega y Gasset, Arnold J. Toynbee y Norbert Elias: “Die Deutschen – gesindelhafter ‘Geist’ // Das seltsam verwirrte Volk – mit furchtbarem Gesindel des Geistes […] Und jetzt – sind sie im Leiden und Geschick, aber auch im Denken – aller Welt voraus und Lassen sich zugleich durch diese hinter sich selber zurückzerren und dazu treiben: den Ortegas, Toynbees und Elias’ nachzulaufen” (p. 33). El comentario a esta nota es breve y no ahonda en las implicaciones filosóficas que tiene la manera en la que Heidegger descarta a los autores que menciona.

El cuarto descubrimiento es un protocolo redactado por Karl Rahner, entonces alumno de Heidegger, en el que se resume una sesión del seminario dedicado a la Fenomenología del espíritu durante el semestre de invierno de 1934-1935. En el extenso y detallado informe de Rahner se glosan los pasajes discutidos y sus interpretaciones. El aspecto problemático radica en la lectura que Heidegger hace del pueblo judío como una manifestación de lo que Hegel llama la “unglückliche Bewusstsein” [conciencia desventurada]: “Und so ist die jüdische Religion trotz ihrer Ueberlegenheit über Stoizismus und Skeptizismus gerade die erste konkrete Form des unglücklichen Bewusstseins, dessen abstrakter Begriff sich uns vom Stoizismus und Skeptizismus her ergeben hatte” (p. 55). Al respecto de este pasaje se menciona que ni el mismo Hegel, ni los especialistas en su obra relacionan la unglückliche Bewusstsein con el judaísmo; así, lo que se antojaría como una puerta de entrada para llamar la atención en torno al antisemitismo teórico del filósofo deriva, al final del comentario, en la conclusión de que la lectura de Heidegger del texto hegeliano es “particularmente atípica”: “Die Interpretation muss schon deshalb als höchst ungewöhnlich bezeichnet werden, weil Hegel selbst das Judentum in diesem Kapitel mit keinem Wort erwähnt. Die enge Verbindung von ‘Judentum’ und ‘unglücklichem Bewusstsein’ findet sich bei keinem etablierten Hegel-Forscher” (p. 45).

          El quinto y último descubrimiento es una pequeña nota que apareció dentro de los manuscritos que conforman el tomo 99 de la Gesamtausgabe, es decir, lo que el filósofo escribió durante los años 1947-1950. La nota está dividida en cuatro bloques horizontales numerados del I al IV. En el segundo bloque se encuentra un diagrama en donde se relacionan cuatro conceptos a partir de dos líneas: Kehr des Austrags, Riss, Heil des Grimms, y Tod; en el centro, donde las líneas se cruzan, aparece una “E”, que, según el reporte, se refiere al término Ereignis. En este caso, lo problemático no son los conceptos sino la forma de las líneas que los unen: sin dificultad se puede reconocer en ellas una esvástica. El examen del caso no es sencillo, pues, según se reporta: “So stellt sich unvermeidlich die Frage, ob die Zeichnung irgendwie im Sinne Heideggers mit diesem nationalsozialistischen Symbol im Verbindung gebracht werden kann oder muss” (pp. 66-67). Para tratar la cuestión el grupo sopesó dos posibilidades: por un lado, el hecho de que los brazos de la cruz no sean totalmente rectos y de que en las notas junto a las cuales se encuentra el diagrama no haya menciones al nacionalsocialismo, podría contradecir las asociaciones con el nazismo; no obstante, si se toma en cuenta que en el tomo 95 de la Gesamtausgabe Heidegger sí identifica el movimiento del nacionalsocialismo con la noción de Ereignis, entonces las sospechas parecen confirmarse. De entre ambas opciones el reporte concluye que, a pesar de que en el diagrama no parece tener la intención de presentar la forma de la esvástica, es indudable que ahí se encuentra una referencia consciente al símbolo nazi: “In der von Heidegger skizzierten Figur kann man zwar die Gestalt eines Hakenkreuzes erkennen, aber die Zeichnung hat offensichtlich nicht den Sinn, diese Gestalt darzustellen. Deshalb kann man ausschließen, dass es sich bei der Zeichnung um einen bewussten Rückgriff auf das nationalsozialistische Hakenkreuz handelt” (p. 68).

          A partir de lo que las anteriores líneas han traído a cuenta es posible sostener que el Marbach-Bericht es, por un lado, un documento interesante en tanto que ayuda a comprender la historia de la elaboración de las obras completas del filósofo, pero, por otro, una decepción si se quiere ver en él una contribución al debate de las implicaciones éticas y teóricas de las posturas antisemitas del pensador. Lo que permitieron ver las breves reseñas a los comentarios de los descubrimientos es que, (1) los hallazgos no aportan realmente nada nuevo a lo que ya han mostrado los Cuadernos negros, y que (2) el reporte está lejos de ser un examen crítico de las opiniones que se expresan en los documentos. En este sentido, y dicho tal vez con cierta frialdad, es legítimo afirmar que más que brindar elementos para profundizar las discusiones en torno la relación entre el pensamiento de Heidegger y el antisemitismo nacionalsocialista, el Marbach-Bericht deja claro que por parte del Deutschen Literaturarchiv y de la administración del legado del filósofo no se oculta nada y que, más bien, hay disposición y apertura para seguir investigando el acervo. Sin embargo, la insistencia con la que se repite esta idea en el documento, la falta de profundidad de los comentarios y la ausencia de una bibliografía dejan, a mi juicio, mucho que desear a las buenas intenciones de la empresa.

 Informe Marbach. Acerca de un nuevo examen del legado documental de Heidegger

Klaus Held, Marbach-Bericht. Über eine neue Sichtung des Heidegger-Nachlasses, Frankfurt am Main, Vittorio Klostermann, 2019, 74 pp.