Una gran variedad de la literatura que surge actualmente en nuestra cultura se acompaña de un aparato visual que por sí solo llama la atención de la mirada del lector. La experimentación entre la narrativa, entendida en su labor más tradicional, y la fotografía, instrumento generador de la visualidad moderna, se fusionan en Contrapuntos V: The Gaze para desarrollar una textualidad doble-dimensional que nos acerca al mundo literario desde una perspectiva muy particular.
La quinta edición de la revista Contrapuntos, con base de operaciones en Monterey (CA), ambiciona poner sobre la mesa una nueva manera de otorgar importancia al producto literario-visual, entendiendo la unión de ambas disciplinas como necesaria e inquebrantable. En palabras de su editora, Indira Yadira Arianna García Varela, “El siglo XXI … insiste en ver lo nuevo, lo diferente, todo aquello que rompa con el canon, con lo que ya está visto o usado, lo que ya no vende ni satisface al público”. Con certeza, su trabajo editorial, fundamentado en la funcionalidad de la mirada (con la variante anglosajona gaze, quizás un término con más connotaciones semánticas), se propone y, sin duda, logra con éxito, ofrecer un entendimiento al respecto de no sólo la construcción de imágenes visuales originadas de relatos narrativos que se incorporan, sino también demostrar que estos últimos se intersecan con el texto fotográfico mediante la cámara, “el segundo ojo del fotógrafo, ente vivo que usa la sensibilidad y la inteligencia para la creación de las imágenes”. He aquí dónde se origina la experimentación; el ojo, sea este el del autor de los diferentes relatos, el del fotógrafo y su cámara, o en última instancia, el del ávido lector, se unifica en una sola entidad que observa y analiza al objeto narrado/fotografiado. Efectivamente, es este proceso minucioso de contemplación visual lo que transforma a Contrapuntos V en un producto experimental dentro de las artes literarias; la inclusión de una disciplina moderna en un campo de la literatura con siglos de anterioridad resulta en una nueva narrativa que ansía establecerse en la cultura contemporánea. El “mirar” se concibe como lo imprescindible para poder llegar al fin que apunta Contrapuntos.
Los esfuerzos del consejo editorial, traductores, fotógrafo, autores y maquetación se coordinan con la meta de presentar esta nueva perspectiva de encarar creaciones narrativas. Todo se gesta mediante la amplia diversidad de autorías; México, Nicaragua, Cuba, España, Estados Unidos, Jordania, e Inglaterra. Sus contenidos y temáticas varían en cantidad; amores irrefrenables a simple vista, incertidumbres que mucho se asemejan a una vida existencial, comportamientos culturales ya prefijados, identidades emborronadas, encuentros impensables o apariencias engañosas. Mediante los múltiples acercamientos y usos del lenguaje literario, las narraciones se complementan con el trabajo a manos de Jose Girl, que ofrece al espectador una sensación de cercanía y emotividad en ojos de sus sujetos fotografiados. Este doble juego unidireccional hace su acto de presencia desde el prólogo y, con calma, logra irse reforzando a través de su desarrollo total.
Así pues, y a este tenor, Contrapuntos V es más que definible como un texto vanguardista del siglo XXI, cuya lectura advierte al lector de lo siguiente: ¿es posible identificar una uniformidad temática con relación al conjunto total del contenido? La respuesta es rotunda; sí. Lo que sugiere su editora en la nota a la edición es revelador y da pie para justificar el sí anterior. El “mirar para construir” y entender el texto experimental de Contrapuntos es lo que sugieren sus páginas, sus relatos y sus fotografías. Al fin y al cabo, ¿qué sería de nosotros sin la experimentación? Este es el verdadero reto al que enfrentarse en esta nueva edición.