Lita Cabellut: Intento dar color a la palabra y materializarla a golpes de pincel

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Si el psicoanálisis tiene razón ¿qué tanto está presente su infancia, tan dura, en su obra?

Nosotros estamos formados por nuestras experiencias, por nuestros recuerdos. En mi obra está el recuerdo del pasado, la presencia de hoy y mis sueños de mañana. Todo entrelazado como un pan de trenza.

Siendo una artista multidisciplinaria ¿de qué manera elige usted dónde volcará su búsqueda, su trabajo?

Digamos que el tema me elije a mi. Yo intento ver con mis oídos y oír con mis ojos. El tema surge a la razón de que algo me conmueve, me preocupa, me terrífica o me estremece felizmente. Mis temas tienen que ver con la actualidad del momento historio en que vivo.

La tradición gitana en el arte es muy rica. La parte más conocida es la presencia en la música. ¿Esa fuerza gitana, la vive usted en su trabajo, la siente cerca?

Sí, creo que sí. La memoria del ADN es irremediable y se manifiesta en los toques de pinceles, en la libertad de los espacios. El pueblo gitano, es un pueblo de origen nómada, siempre vamos bajo el rastro de algo nuevo, de algo posible y la perdida no es para nosotros un gran tema, es un estado temporal.

Su obra se construye en el lienzo desde una técnica del fresco que usted, de alguna manera, renovó, ¿Podría hablarnos de ella?

Uso todas las técnicas sin condición de orden del siglo xvii a las posibilidades actuales. Creo la imagen de mis modelos para después arrojarlos a un circo de proyecciones, aerosoles, pigmentos, rotuladores, tintas, oleos…

Hay tantos elementos que se apoyan uno al otro para conseguir el resultado máximo de lo que está delante de mí y mis ojos perciben. En las 12 capas de diferentes componentes que uso para lograr mis efectos pictóricos. A veces me apoyó sobre la proyección y la serigrafía.

Pero creo que podría decir que me apoyó en técnicas modernas con materiales de diferentes disciplinas. Por ejemplo, el óleo clásico con aerosoles. Los pigmentos de toda la vida, con la tinta usada en el Street-Art. En fin, una rockera de la figuración de hoy. Con admiración absoluta a los maestros del retrato.

Se me hace difícil describir mi técnica, con el tiempo se ha convertido en una manera de percibir mi intelecto y materializar mi sentimiento. He pasado tantos años ocupada con mi técnica que de golpe se me he olvidado todo ese trayecto y ella se ha convertido en mi piel.

Los críticos remarcan el valor que le da usted, en sus obras, a la Piel. ¿Está de acuerdo con ello?

No puedo estar nunca confortable con fragmentar un elemento de mi obra. Para mi es una totalidad que forma una imagen que nos puede conmover o simplemente dejarnos indiferentes. Pero si el artista logra lo que más desea que es comunicarse, no es por un fragmento de su obra sino por el conjunto, por su totalidad.

Usted afirmó que ser la artista más cotizada es cosa del marketing. ¿Lo sigue creyendo? y de ser cierto: ¿qué tanto la beneficia o perjudica esa afirmación?

Absolutamente sigo creyendo que el arte está por encima de una lista de cotización. Por supuesto beneficia a un artista. Los artistas dependemos de como el público nos recibe, la valoración colectiva entre los expertos nos sitúa en el mercado.

Pero hay una valoración más impórtate que es el reconocimiento popular, de la gente que “no entiende de arte” y les gusta aquello que ven, que sienten y lo hacen suyo. Eso es el reconocimiento más importante que puede tener un artista.

De aquella niña que descubre la pintura en el Museo del Prado a hoy, que tiene una obra. ¿Qué siente que fue dejando y sumando en la construcción de su arte?

Yo creo que no he dejado nada. He intentado, en el pequeño espacio de mi vida, hacer sitio para la profunda y maravillosa tradición de mis maestros y las posibilidades tan variadas y extraordinarias de hoy. Y en este espacio me desplazo de esquina a esquina intentando crear puentes entre los pigmentos y los aerosoles. Digamos que en mi carrera lo que me lleva a la esencia se me hace poco y no me sobra nada.

Lluc Queralt

Usted ha afirmado: El arte es mucho más que la materia. ¿Qué sería ese Más en su obra?

Me es imposible describirte ese Más. Ese Más es un apretón en el corazón, un dolor indescriptible en la arteria de la pasión, una nostalgia llena de risas, una lagrima en el ojo de un pez dorado. Es la magia, es la vida y la muerte besando el universo. ¿Entiendes que no te puedo contestar esta pregunta?

Otra afirmación suya en una entrevista es que: Nos hemos empeñado en aislar el arte y hacerlo individualista. ¿Podría ampliar esta idea?

Si, desde mi punto de vista el arte contemporáneo se ha ido desarrollando como un bebe dándonos esas sorpresas maravillosas del cambio, de lo fresco, de lo nuevo, pero lentamente ha dejado de compartir lo que es tan importante: la sensibilidad colectiva, el intercambio de valores intelectuales, olvidando el deber del arte; la comunicación hacia lo cotidiano, lo accesible y lo cercano.

¿Su pasión por la psicología ha sido un vehículo en su obsesión por el retrato?

Si, absolutamente. Tengo que entender lo que pinto. Tengo que sentir el reflejo en mis espejos.  Uso el retrato como reflejo de tantos yo en mis adentros.

¿Sigue trabajando por temas?

Si, y creo que siempre será así. La orden de mi trabajo es primero encontrar el tema y mis personajes son un reflejo de ello.

¿Cuál es su opinión de las ferias de arte?

Aburridas. Hay una crisis de criterio en el mundo de arte en este momento. El arte refleja siempre el estado de nuestra sociedad. En este momento nuestro mundo está en mudanza. Las cosas ya no están en el sitio donde estaban. Algunas ya no nos sirven y muchas de ellas no sabemos qué lugar van a tomar. Y cuando nos paseamos por una feria de arte ese cambio de claroscuro, esa incomodidad se presiente. Los marchantes no confían en su propio criterio. El problema de sobrevivir se está comiendo la pasión del arte en las ferias. Nada es rotundo y apostador. El núcleo del arte está demasiado aferrado a la tradición del éxito.

¿Las subastas deforman precios y sobrestiman artistas?

Los comerciantes que manejan el arte como material de comercio, sacan todo fuera de su contexto y su lugar. Yo no creo que hagan daño. El ser humano a través de la historia ha tenido una relación con el arte muy variable. Creamos héroes sin méritos, monstruos olvidados, el arte tiene toda la paciencia que la historia necesita.

Hay artistas que tienen mucho interés en ser de interés de coleccionistas ¿Usted cree que los coleccionistas son los que detentan el poder real en el arte, en cuanto a precios y prestigios?

Los artistas dependemos de ellos, desde nuestro nacimiento. Siempre hemos sido apoyados, mantenidos, sostenidos por los coleccionistas. Antes eran la nobleza y la iglesia. Hoy son otros con la misma función. El artista necesita un espacio cuidado para dar a luz a nuevos mundos.

¿La tienta instalarse en España? ¿En Huesca, como Antonio Saura?

Huesca es un paisaje tan mágico, mi sangre lleva tanto de esas tierras. Pero a pesar de eso no sé dónde pondré mi última cabaña. El mundo es tan grande, tan tentativo. Mi hijo menor es medio mexicano y siempre me dice: “Mamá, si tú pones un pie en México, no sales de él.” Volviendo a tu pregunta, no creo que sea Huesca, prefiero dejar la sorpresa del azar para cuando crezca.

¿Influye lo político en su obra, sobre todo los acontecimientos políticos y sociales de España en su última y sonada crisis?

Yo creo que sí. Todo lo que pasa en el mundo me lo llevo al estudio. No pretendo entrar en matices y detalles, pero los conflictos nacionales que están pasando en España me preocupan y me duele esa falta de comunicación y compresión entre las regiones. Yo siento una España entera como siento un mundo entero.

Todos los artistas dependemos de ese golpe de buena suerte. ¿Cuál ha sido la suya, según su afirmación?

Haberme encontrado un marchante de arte que creía en mí, que ofreció a mi obra un ventanal enorme al mundo, en diferentes continentes y ciudades.

¿Sigue escribiendo poesía y cuánta de esa poesía reconoce en su obra?

Yo considero mi obra poemas visuales. Intento dar color a la palabra y materializarla a golpes de pincel.

¿Siente que en España no es tan conocida como sí lo es, y con gran prestigio por su obra, en otros países?

Es verdad, me mantenía muy a la sombra en España, porque no me dejaba ver, porque, como te comentaba antes, los artistas necesitamos que alguien nos haga visible. En mi caso la prensa me ayudo a visualizarme, a dejarme conocer. Y la verdad es que me siento muy orgullosa de ser ‘Marca España’ hoy y muy querida y admirada por mi gente.

¿Es para usted el arte otro punto de machismo?

Si, Frida Kahlo empezó un camino que a muchas de nosotras nos toca de continuar. Como en muchos sectores la mujer a pesar de que el hombre reconozca su igualdad, el ponerlo en práctica es un trabajo de muchos años de educación y superación en la sociedad.

¿Qué artistas contemporáneos le interesa?

Muchos, Hay muy buenos artistas en este momento. El arte está en su mejor punto. Quizás no están tan presentes, pero hay una sub-corriente silenciosa que revelará grandes cambios en el arte. Fijémonos en nuestras calles, los graffiteros, nunca ha habido tanto arte en la calle. No te voy a dar nombres de mis admirados contemporáneos porque creo que tenemos que poner más atención al arte que está muy cerca de nosotros.

¿En qué proyecto se encuentra o mejor es decir: en qué Tema?

Creo que para esta pregunta la mejor respuesta es el texto que ha escrito mi hijo Luciano, para acompañar y explicar mi nueva serie que estoy preparando ahora mismo.  Se presentará en el ‘Jan van der Togt Museum’ en Amstelveen, Holanda el 17 de octubre hasta el 27 de enero.  y en ‘Opera Gallery’ en Nueva York a el 29 de noviembre. Es un fragmento del texto que ha escrito para el libro que también se publicará en octubre. Para mí, Samuel, es un placer darte la primicia de las imágenes de esta serie.

Una Crónica del infinito (A Chronicle of the Infinite)

En esta serie, Una Crónica del infinito, Lita Cabellut capta la relación entre creación y decadencia en el proceso de transformación humana. Analiza la interacción entre la autopercepción de una persona, la esencia de un individuo y la manifestación fisiopsicológica de la experiencia en un ser humano determinado. Ella percibe la transformación humana como un proceso cíclico en lugar de lineal, en el que el ‘Yo’, la esencia y la experiencia se encuentran en una permanente danza de negociación.

De los tres pilares del trabajo figurativo, abstracto y el roto de esta serie, el ‘pilar figurativo’ capta la historia de una persona al centrarse en la interacción entre la percepción personal del ‘Yo’ y su autorrepresentación. De este modo, cuenta la historia de la comunicación de un individuo con el mundo y el modo en que la autopercepción refuerza el posicionamiento vital del individuo. Esto ocurre debido a la existencia de factores endógenos, como la intención y la ilusión, y también exógenos, como el entorno y la experiencia.

El ‘pilar abstracto’ de la serie capta la esencia de una persona al tiempo que reconoce que se trata de un proceso de cambio constante y mínimo. La abstracción como medio para aprehender la esencia de una persona permite comprender dicha esencia como la psique de un individuo con independencia del efecto del tiempo. Asimismo, también permite percibir la esencia de la personalidad temporal de una persona influida por la experiencia. De este modo, la esencia se entiende como un ente simultáneamente estático, dinámico y sujeto a la relación entre el individuo y el mundo.

El ‘pilar roto’ de la trilogía no simboliza la destrucción como una forma de demolición, sino más bien como la manifestación física y psicológica de la vida en una persona. Aquí, la destrucción puede entenderse mejor como una forma de impermanencia, en la que los seres humanos están inevitablemente sujetos al cambio al estar expuestos a distintas experiencias a lo largo del tiempo. Las grietas físicas literales de esta obra simbolizan el modo en que los seres humanos están formados por su entorno, así como por una serie de procesos internos impulsados por su reacción a las influencias externas.

El objetivo definitivo de esta serie es poner de manifiesto que la relación entre el individuo y el mundo no es unidireccional, con las personas sujetas a las manifestaciones físicas y psicológicas de las experiencias. En su lugar, Lita Cabellut insta a comprender la transformación humana como un proceso en el que el individuo se enfrenta a factores externos a través de la experiencia, así como a procesos internos de cambio, impulsados por una continua renegociación del ‘Yo’.

Es la centralidad del sujeto humano la que impulsa la innovación constante de la expresión íntima de Lita. Su lenguaje artístico aborda la humanidad en su totalidad y nos recuerda la importancia de tender puentes entre nuestras similitudes. No obstante, apela a este sentido de universalidad con un reconocimiento esencial de la relatividad de la experiencia humana a nivel del individuo. La contribución más profunda del trabajo de Lita Cabellut es la invitación a explorar quiénes somos como humanos, desde una perspectiva tanto individual como colectiva.

Por: Luciano Mateo Rodríguez Carrington.

 

 

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