A finales del 2018 Herring Publishers Mexicó publicó la obra (in)completa de Luis Alberto Arellano en una recopilación que incluye todos los poemarios que fueron publicados durante la vida del autor. Luis Alberto Arellano nació y creció en la ciudad de Querétaro. Hizo la carrera en psicología y una maestría en literatura en la UAQ, así como el doctorado en Literatura Hispánica en el Colegio de San Luis. Como académico su último proyecto consistió en la recuperación y la crítica de las crónicas de Rafael Lozano, un joven regiomontano traductor y poeta quien conociera de primera mano, con escasos veintidós años, a poetas de lengua francesa como Paul Fort y Maurice Maeterlinck y escribiera sobre ello en la prensa nacional. Otro de esos datos extravagantes de los que Luis Alberto poseía folios completos dentro de su memoria.
Además de académico y profesor, dentro y fuera de las aulas, una de sus facetas más populares fue la de poeta. Un poeta que debutara como tal y como editor al mismo tiempo, junto con un grupo de amigos de aquel entonces, en una revista literaria a la que titularon “Crótalo”. Posterior a ello, aparecieron bajo el mismo sello y el de “Ediciones Sangremal” Los poemarios titulados “Nómina de huesos” y “La doctrina del fuego”. Más tarde, algunos de los poemas que compusieron estas primeras obras aparecieron en el sello de Mantis Editores con el título de “Erradumbre”. Destaca dentro de este último compilado una voz poética solemne, cierta exploración de la sintaxis y, un recurso utilizado en varias ocasiones posteriores, la (re)escritura poética de hechos y personajes históricos. Tanto en este poemario como el que lo procede cronológicamente, es decir, “De pájaros raíces el deseo” encontramos dicho proceso que se conforma a partir de personajes bíblicos o míticos. En palabras de Sergio Ernesto Ríos[1] estos libros antes mencionados son “libros enclavados en una estandarizada estética dosmilera mexicana. Casi un manual para ser un perfecto Paul Celan, José Ángel Valente o Jorge Fernández Granados”.
El mismo Arellano, en un ensayo en el que reflexiona, entre otras cosas, sobre ideología dentro del poema[2], reconoce el modelo estético que guiaba esa primera etapa, que bien menciona Ríos, de la siguiente manera “Como muchos empecé a escribir poemas bajo el signo de la Tradición. Los medios oficiales de circulación privilegian un tipo de poesía que responde a una jerarquización de valores y a una práctica trascendentalista. Esto quiere decir que el poema que puedes encontrar ahí es uno que niega toda referencialidad de sexo, género, historia o entorno social. Es un poema como producto terminado. Es un tipo de poema que supone puede hablar a todos en el idioma universal de la poesía”. Es hasta varios años después cuando aparece un libro que marca una ruptura con dicha tradición, la cual, dice Luis Alberto en el mismo ensayo “chocaba con mi práctica diaria y negaba (simbolizándolos) mis intereses personales”. “Plexo”, publicado bajo el sello de Fondo Editorial Tierra Adentro, renueva y reformula la voz poética empleada por el autor hasta entonces. Pierde solemnidad y se presenta con un lenguaje que parece ocultar mucho menos sentidos, y así lo advierte el autor en las últimas líneas del que se presenta como primer poema al abrir el libro, “Así que estas líneas/ no tienen ningún mensaje oculto/ ni nada que se le parezca/ aunque haya quien/ lleno de esperanza/ afirme lo contrario”. En esta obra Arellano deja a un lado la exploración de aspectos propios de la construcción del verso y se enfoca más en el juego de lo que hasta ahora el poema es, así como en la función del poemario como un trabajo conjunto que recibe un significado y no como un compilado de poemas con significados particulares y distantes entre sí.
Muy poco tiempo después, aparece “Bonzo” un libro que comparte algunas similitudes con el anterior, conserva de cierta manera la misma voz enunciativa y la forma del poema. Además, el empleo de figuras retóricas construidas a partir de la repetición como la anáfora y epifora se presentan como una constante en varios de los poemas que conforman este libro y algunos aparecidos en una antología publicada algunos años después bajo el título de “Destino manifiesto”. Le sigue cronológicamente el último título que sería pensado y publicado como tal, es decir, el que lleva por título “Grandes Atletas Negros” bajo el sello, de Luzzeta Editores. Encontramos en él poemas breves, recelosos con la cantidad de palabras, aspecto poco visto anteriormente en la obra de este escritor y algunos otros conformados por rasgos que ya han sido mencionados en este texto como las figuras retóricas y los poemas narrativos que retoman figuras míticas. Además de este, se publicó un poco después una especie de bestiario con el título de “Contranatura”, libro que a decir por Luis Alberto pertenece más bien a la escritura de un periodo bastante anterior y que fue escrito mientras compartía literatura infantil con su hijo.
Durante el último periodo de su escritura quedó en proceso lo que se estaba perfilando como un siguiente poemario, el cual mantenía una línea similar con sus últimos trabajos poéticos. Esta recopilación tiene la intención de acercar a los lectores algunas obras suyas fuera de circulación y de difícil acceso. El título de Poesía (In)completa refleja el contenido que el libro ofrece. Puesto que por un lado, no fueron incluidos en él los poemas inéditos ya mencionados ni algunos otros bastante dispersos en publicaciones periódicas. Y, por otro lado, porque el autor a sus cuatro décadas de vida comentaba que él no estaba listo para tener eso que muchos otros de su generación estaban presentando como “obra reunida” u “obra completa”. Él sostenía que tenía mucho trabajo escritural por delante y no era tiempo de cerrar ese ciclo. Pero la vida a veces puede ser muy injusta.
Luis Alberto Arellano, Obra (in)completa), Herring Publishers ,México, 2018, 348p.
[1] “La sociedad extraterrestre que perdió a su psicólogo” en Luis Alberto Arellano Obra (In)completa, Herring Publishers México (2018).
[2] “Cuerpos dolientes y poesía” en Fotogramas del ocio clase B, Fondo Editorial del Estado de Querétaro (2013).