En la quinta sección de su libro de 1975, La zorra enferma, Eduardo Lizalde incluyó un poema que probablemente había escrito un lustro antes: “A Kafka”. Su tema, desde los primeros versos, es la semejanza entre dos retratos fotográficos, uno del novelista bohemio y otro del propio Lizalde:
Hay una cierta foto, Franz,
de cuando yo era más joven
y más flaco,
y otra tuya, de los treinta y siete,
en que nos parecemos
de un modo que me aterra.
La foto de Kafka es, con toda seguridad, la última que le fue tomada. “Es el retrato aquel”, según el poeta mexicano, “en que se miran tus grandes angélicas orejas”. Hoy se acepta que la fotografía —un plano de tres cuartos delantero— data de 1923, cuando el autor de La metamorfosis había cumplido ya cuarenta años, no los “treinta y siete” que se le atribuyen en el poema de La zorra enferma. Lizalde verá en el rostro de Kafka una boca, unos pómulos, unas ojeras y el brillo de unos ojos que son también los de su propio rostro.
Que yo sepa, el retrato de Lizalde no se había divulgado antes. Es una pequeña fotografía en blanco y negro de las que suelen figurar en los documentos universitarios y otros papeles oficiales. En su reverso está impresa, con sello de goma, una fecha: “28 DIC 1956”. Lizalde tenía entonces veintisiete años.
En la contraportada de la edición original de La zorra enferma se lee que Lizalde nació el 1º de julio de 1929, lo cual es erróneo. Lizalde nació el 14 de julio de aquel año. Kafka, por su parte, nació el 3 de julio de 1883. De ahí que Lizalde señale que ambos compartían “el astro cruel / del mismo nacimiento”: el signo zodiacal de Cáncer.
Lizalde observa, refiriéndose a Kafka: “Muerto a la edad que tengo”. Esto indicaría que compuso el poema en el segundo semestre de 1969, acaso en el primero de 1970, cuando tenía los cuarenta años que, al morir, tenía Kafka. Poco después, apostrofando a su “hermano divino”, el poeta mexicano apunta: “eres mi padre en general”, verso en el que, para un lector de Lizalde, puede resonar un eco del título de La sangre en general, poema impreso en 1959 como sobretiro de la revista Polémica. Eco más, eco menos, Kafka es elevado al rango de un dios:
Así que mienten las fotografías,
miente la sangre:
nos parecemos, todos, a ti
en cosas menos ópticas
que labios, barba, orejas.
Te hemos robado todos,
y a tu imagen,
subsidiarias creaturas, bestias mansas,
fuimos creados.
La foto de Kafka es famosísima. La de Lizalde obró en poder de David Huerta durante varias décadas. Huerta me permitió conocerla en junio de 2022. Lizalde había muerto un mes atrás, en mayo de aquel año.