Adriana Lestido: Se ve con todo el cuerpo. La cámara es lo de menos.

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  1. ¿Cómo llega a su vida la fotografía?

Estaba en 1979 estudiado cine en la Escuela de Cine de Avellaneda, con Rodolfo Hermida, e hice un curso básico, pensando más que nada en que me iba a servir para cine. Y porque además me parecía que debía saber cómo manejar una cámara de fotos, no tenía idea. Pero la fotografía me atrapó completamente. Enseguida supe que seria central en mi vida.

  1. ¿Cuánto en sus inicios como estudiante de cine tiene su estilo y qué destacaría de la influencia del cine en usted?

Estudié cine sólo un año. Pero creo que mi forma de fotografiar es muy cinematográfica, me gusta narrar con imágenes, ir hilvanándolas para lograr un relato visual, que vaya más allá de las imágenes individuales.

  1. Desde su experiencia en foto periodismo y en la agencia de noticias DYN, ese trato directo con el tema ¿Le dio un olfato de la inmediatez más agudo?

Es muy posible. sobre todo porque el tiempo que trabajé en la agencia DyN fue decisivo en mi formación. Lograr expresar una situación en una sola imagen, desarrollar la intuición para poder estar en el lugar donde debía estar, fue muy importante.

  1. ¿Fotografiar es narrar, contar una historia, una manera de ver?

Todo eso.

5. Para usted, desde el momento en que sus temas surgen de la realidad ¿sigue siendo verdad aquello que dijo Robert Capa: Si tus fotografías no son lo suficientemente buenas es porque no estás lo suficientemente cerca..

Sí, y eso no solo se refiere a las personas. Para mi también es así cuando fotografío paisajes. Nunca uso teleobjetivos, siempre 35 mm o a lo sumo un lente normal. Es importante para mí estar cerca físicamente.

  1. ¿Usted espera ir a su foto o espera que ella se presente o la encuentra en eso que usted llama. El perderse?

Yo simplemente trato de estar disponible. Y presente en la situación que estoy mirando. Al servicio. Ser lo que miro. Lo demás se da solo.

  1. El fotógrafo Alfred Eisentaedt dijo que lo importante no es la cámara, sino el ojo. Entendiendo que la tecnología ha sofisticado a las cámaras y los recursos que ellas ofrecen ¿sigue siendo el ojo tan importante, más allá de ver el tema, en definir la foto en un primer momento?

El ser humano que está detrás de la cámara es lo que importa. Su percepción, que no pasa sólo por el ojo. Se ve con todo el cuerpo. La cámara es lo de menos. Se han hecho grandes imágenes con cámaras de plástico. El instrumento que se use sólo tiene que ver con la predilección del fotógrafo, no determina lo que la imagen puede llegar a transmitir.

  1. Al definir la foto, ¿ejercen presión en usted sus conocimientos técnicos?

En absoluto. Lo único que me importa es que la imagen tenga vida. Todo lo demás es irrelevante.

  1. En sus fotos se ve más presente la ausencia que la separación. En ellas, a diferencia de la separación donde existe un adiós, en su obsesión de la ausencia, sus personajes como que esperaran la llegada del ausente o de lo ausente, o están resignados a la ausencia. Pareciera que el fotografiado es el ausente. De ser así ¿podría explicarlo?

¡¡Mucho no puedo!! No creo que tenga mucho sentido lo que yo pueda decir. Es mejor que cada uno se apropie de las imágenes y sienta lo que siente. Lo que sí tengo claro es que la sensación de ausencia del fotógorafo la determina la calidad de la presencia.  Cuanto más presente esté en una situación, más me voy a fundir con aquello que estoy mirando. Una buena imagen es como el casamiento de dos energías, la de quien mira y la de lo mirado, sea lo que sea, persona, paisaje, lo que sea. Cuando esa unión se produce de alguna forma desaparece el fotógrafo, o éste se funde en lo mirado.

  1. ¿En sus fotos sigue intentando quitarse la oscuridad de encima?

No sólo en las fotos, en mi vida. Siempre trato de iluminar mis sombras para poder desplegar, evolucionar. La fotografía es sólo una manera de hacerlo, pero no la única.

  1. ¿La Necesidad sigue validando para usted toda expresión, toda búsqueda?

Si. Para mi la expresión se divide en necesaria y especulativa. Creo que la que tiene sentido es aquella que es vital para su autor. Si realmente lo es para él seguro lo será para todos los que entren en resonancia con ella.

  1. ¿Cómo se inician sus ideas de proyectos?

Depende. En general tienen que ver con las cosas que necesito ver, que me preocupan. Puede ser a través de libros, películas, sueños, pero también a veces estoy trabajando en algo sin darme cuenta y son las mismas imágenes las que marcan un camino. Pero, en todos los casos, el impulso siempre se origina en una zona oscura que se va develando a medida que el trabajo avanza. Y que va cobrando disntintos sentidos a través del tiempo.

  1. Su foto emblemática de los desaparecidos, que ha recorrido el mundo, donde una mujer levanta a una niña y ambas gritan ¿Cómo surgió? ¿Cómo la ve después de tantos años como fotógrafa?

Esa foto es la imagen fundante de todo mi trabajo.

…. En el año 1982 logré entrar a trabajar como fotoperiodista en el diario La Voz, un diario nuevo de izquierda que acababa de salir. Todavía estaba la dictadura militar en Argentina. En ese entonces era difícil para una mujer trabajar en prensa, antes había recorrido todos los medios y en ninguno me habían aceptado, básicamente por ser mujer. En La Voz me tomaron como colaboradora, no sin algunas resistencias de los editores responsables. Pero a la semana de estar tuve que cubrir una manifestación que fue violentamente reprimida (el “Lanuzaso”, noviembre del 82) y volví con buenas fotos. Y al día siguiente hice la foto de la Madre e hija de Plaza de Mayo. la imagen fue tapa del diario y a partir de ahí empezaron a respetarme y me incorporaron al staff del diario.

Recuerdo que fui a cubrir la manifestación sólo con un lente normal porque en la represión del Lanuzaso la policía me había robado los demás lentes. Fue una manifestación de las Madres que se llamó Marcha por la Vida, y en vez de ser en la Plaza de Mayo fue en la Plaza de Avellaneda. Estaba esa nena parada al lado de su mamá, llorando. Todos los fotógrafos se pusieron a hacerle fotos y en ese momento a mí me dio pudor levantar la cámara. Luego empezó el acto y se fueron todos a fotografiar a los oradores. Yo me quedé al lado de esa mamá con la nena y en un momento la mamá la alzó y gritaron juntas, fue cuando hice la foto, son sólo 2 cuadritos. La foto fue tapa del diario.

Siempre quise mucho a esa imagen, pero sólo hace unos pocos años, cuando preparaba la retrospectiva que hice en el 2008, me di cuenta que es la imagen fundante de todo mi trabajo. Por su edad es una Madre de Plaza de Mayo atípica. yo pensaba que pedía por su hombre y la nena por el papá, pero hace unos 3 años, cuando finalmente pude ubicarla, me enteré que el desaparecido es su hermano, Avelino Freitas, un dirigente obrero de Molinos. Es una familia humilde, militantes de Villa Domínico, muy cálidos y amorosos.

Todo lo que está en esa foto, el vínculo fuerte madre/hija, el desamparo y la fuerza ante el dolor, la ausencia del hombre, todo eso es lo que luego desarrollé a lo largo de más de 30 años de trabajo. Es una de las pocas imágenes de mi época de reportera que siento parte fundamental de mi trabajo personal, es la imagen fundante de todo lo que vino despuès.

  1. Usted toma una cita de el gran pintor Velázquez, quien, a propósito de su obra maestra, Las Meninas, dice: No me pregunten por la infanta Margarita, ni por el perro, ni por la enana. Sólo pinto el aire que hay entre ellos” ¿Siente también esa sensación en sus fotos?

Eso no lo digo yo, lo dice Chiqui González en el texto que acompaña mi libro antológico Lo que se ve. Pero sí, creo que la clave está en el aire que circula entre las imágenes.

  1. Hay fotógrafos que hacen una exhaustiva investigación antes de comenzar un proyecto ¿También es su caso?

No. Lo hice para madres e hijas pero no en los demás trabajos. Pero sí ocurre que cuando me pongo a mirar algo es como si se abriera una compuerta y me llegan muchas cosas (desde la literatura y el cine sobretodo) relacionadas con lo que estoy queriendo ver.

  1. Usted ha dicho que en sus fotos priva, más que la presencia femenina, la ausencia de lo masculino. ¿Sigue viendolo así?

Son las dos cosas. Pero ninguna de las dos es deliberada. No es que me haya propuesto trabajar con mujeres o fotografiar la ausencia del hombre. De esto último me di cuenta con el tiempo. Yo simplemente soy mujer y fotografío desde mi vida y mis necesidades, desde mi historia y lo que necesito ver.

  1. La idea de Mercado en las artes visuales es el tema que atrae y divide. ¿Llegó a la fotografía la idea de Mercado?

Sí, por supuesto. Para bien y para mal. Para bien porque tiene que ver con el merecido lugar que desde hace un tiempo no tan lejano ocupa la fotografía dentro de las artes visuales. y porque siempre es bienvenido poder vivir de lo que se ama hacer. Para mal porque estimula la especulación y muchos terminan trabajando para el mercado.

  1. ¿Hay buena crítica de fotografía en este momento en el mundo?

No sé, no leo mucha crítica, no es lo que me interesa.

  1. ¿Hay fotógrafos contemporáneos que le interesan?

¡Sí, claro! Rinko Kawauchi, Nan Goldin, Graciela Iturbide, Robert Frank, Anders Petersen. Y especialmente Sergio Larrain, que murió en el 2012, es un referente fundamental para mí.

  1. ¿Digital o químico?

Químico. La magia de lo químico.