Charcos para Lucila
Está el cielo en el tono de los malos presagios, está el vidrio mugroso cicatrizado de gotas que lo golpearon ayer. Está Salvador rezándole a un dios en quien ya no cree. Necesita que...
Árboles de ramas demasiado curvas
San Mateo Cuanalá, los últimos ladrilleros, dice Carolina. De inmediato apunto sus valiosas palabras: son una manzana arrojada por la suerte. Alzó la vista para agradecerle pero ya no está en la redacción. En...
El mundo sin, después de Leda
Reporte I
Contrariamente a lo que las imágenes de otros mundos pudieran sugerir, el mundo sin Leda no es árido y carente de vida. Por el contrario, está lleno de movimiento. Todo aquí se asemeja...
En esta calle que antes fue río
La lluvia caía a borbotones.
—Viví en una calle que antes fue río. Cuando llovía mucho se inundaba y el río volvía, entonces nos poníamos los trajes de baño, saltábamos a la corriente que...
Los pies de mi Dorotea
Primero fueron sus pies, blancura de extensión mínima enfundada en un par de huaraches rudos, manchados de lodo, los que una tarde de marzo subieron al unísono el último peldaño de la tienda y...
La pared desafiante
Me siento en el sofá; la ropa húmeda hace que mi cuerpo tiemble. Me quito el cubrebocas. “Estuvo fuerte la lluvia”, pienso y sigo temblando. No fue la lluvia lo que molestó mi cuerpo,...